El incidente ocurrió en la pequeña ciudad de Shezhinsk, en los Urales, donde varios vecinos del edificio, sorprendidos por los mugidos de la rumiante ante sus puertas, avisaron a la oficina local del ministerio de Situaciones de Emergencia.
'Al principio pensamos que se trataba de una broma, y solo reaccionamos cuando empezaron a llover llamadas similares de otros vecinos', explicó un portavoz de la oficina de Emergencias.
En el lugar encontraron efectivamente a una vaca asustada, sin que nadie se explicara cómo había logrado entrar en el portal, dotado de portero automático, y trepar por las escaleras hasta la octava planta del edificio, que no disponía de ascensor de carga.
'Los socorristas empezaron a tirar de la soga que colgaba del cuello de la vaca, que al principio tenía miedo y se resistía a bajar, pero después las cosas fueron mejor. Aún así, tardamos más de dos horas en sacarla y ponerla en libertad', dijo el portavoz.
Agregó que, para mayor jubilo de todos, una vez en la calle se encontraron con la dueña de la vaca, que recorría desesperada el barrio convencida de que se la habían robado.
