Sus pasos dejaron de ser seguros y sus pensamientos le hacían estremecer con cada paso que daba. Miraba al cielo con la mirada perdida, los ojos cristalizados y temblando seguía caminando.
No se podía parar, sabía que de hacerlo terminará derrotada y era lo último que quería. Hubo un tiempo que creía todo, luego cuando la nube gris se poso sobre ella ya nada le parecía lo mismo. Pasaban los día y solo buscaba la manera de no terminar en un oscuro ricón sola, temblando y quizás porque no llorando.
Consiguió crear una coraza en su corazón dolorido para que le ayudara a sacar fuerzas para poder seguir. Al principio no conseguía lo que ella quería, pero con el paso de los días consiguió seguir viviendo con cierta dignidad, a pesar de ello algunas noches se le oye llorar, porque no lo puede gritar.
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